viernes, 22 de abril de 2011

Reseña del documental "Mesoamerica".

Por Daniel E. Acosta Avila y Salma Astrid de la Cruz Hernandez 



La gran civilización que conocemos como Mesoamericana encierra múltiples misterios que no han terminado de resolverse.

Mesoamérica abarco un territorio que comprende parte de lo que hoy es México y Centroamérica.
A lo largo de 35 siglos desde el año 2000 a.C. hasta su ocaso en 1521 con la conquista española  florecieron en Mesoamérica gran diversidad de culturas conformadas por características comunes, una sola civilización con múltiples rostros.

El paisaje de Mesoamérica se cubrió de centenares de centros ceremoniales, ciudades, algunas de ellas mas grandes y pobladas que sus contemporáneas europeas, epicentros de religión y poder, nudos de comercio y de vías cuyo diseño urbano tomo en cuenta los puntos cardinales y las trayectorias astrales. Centros urbanos presididos por pirámides, la forma emblemática de la cultura prehispánica, armonizados por un manejo magistral del espacio exterior en el que tenían lugar sus fastuosas ceremonias religiosas y políticas.

Como todas las civilizaciones antiguas, los mesoamericanos se enfrentaron al desafío de las fuerzas naturales y convirtieron en manifestaciones de los dioses a muchos de sus elementos, el sol, la luna, la lluvia o el fuego convivían con los hombres y fueron representados en diversidad de formas y estilos, unidos por una idea del mundo que fue común a todos los pueblos mesoamericanos.

Los mesoamericanos tenían una concepción dualista del mundo, nacimiento-muerte, día-noche, lluvia,-sequia, ciclo de creación destrucción. Los enigmas del cosmos se resolvían en un choque constante entre fuerzas antagónicas. 

El deseo de que se tornaran mas benévolas engendro una impenetrable jungla de dioses y de símbolos, lo que hoy nombramos arte de Mesoamérica, no es solo entonces la múltiple huella de una expresión religiosa que en ocasiones se combinaba con fines de dominación política.
A pesar de su variedad, los rasgos de muchas de estas deidades muestran una asombrosa continuidad desde la aparición del pensamiento mágico religioso hasta el colapso de su civilización.
Huehuetéot dios del fuego, también conocido como el dios viejo aparece en Cuicuilco en el Altiplano Central hacia el siglo III a.C., es el mismo que vemos en Teotihuacán y el de una cerámica de la cultura del golfo.
La imagen azteca de Huehuetéot, fue esculpida en el siglo XV entre la primera y la ultima obra transcurrieron 1700 años. Lo mismo ocurre con Tláloc dios de la lluvia que define sus caracteres distintivos en Teotihuacán, toma el nombre de Chac de los mayas y se denomina Cosijo  en las culturas zapoteca y mixteca de Oaxaca.

Observadores del movimiento celeste, los antiguos mesoamericanos alcanzaron altos conocimientos astronómicos y  matemáticos que aplicaron con maestría en la elaboración de calendarios de asombrosa exactitud, solo igualada hasta la Edad Media en Europa. Asimismo antes que cualquier otra civilización en el mundo, los antiguos mayas descubrieron el 0.
La Mesoamericana fue una civilización agrícola, descubrieron y domesticaron la planta del maíz, que se volvió la base no solo de su alimentación, como lo fue el arroz y el trigo en otras latitudes, sino también el fundamento de su cultura. Del maíz se emanaban las fuerzas de la naturaleza transformadas en deidades para que ellas hicieran posible la continuidad de la planta sagrada y de la vida.

El juego ritual de la pelota fue evidencia de la continuidad cultural de Mesoamérica, su afición o devoción se extendió a todos los confines de su geografía. Hasta ahora han sido descubiertos más de 1500 campos para este deporte sagrado asociado con el sacrificio.

En el  mundo prehispánico existió un desarrollo intelectual avanzado y complejo que paradójicamente convivio con un relativo retraso tecnológico debido al desconocimiento del uso practico de la rueda y hasta muy tardíamente del metal, por carecer de animales de tiro, en Mesoamérica no existieron ni el arado ni el carro de guerra.

Para el conocimiento de estas culturas se cuenta en muchos casos solo con el lenguaje de sus obras artísticas, aunque las fuentes originales escritas no son escasas, su desciframiento es extremadamente complicado.
Si bien el arte revela con viva elocuencia lo más autentico y profundo del alma de los pueblos, las creaciones artísticas están impregnadas de una compleja simbología que no ha resultado fácil desentrañar. Sus pinturas y esculturas poseen además de una magnifica factura, una misteriosa fuerza expresiva. En su intento por develar los secretos de estas obras completamente originales, estudiosos de todo el mundo han intentado elaborar una estética del arte mesoamericano, partiendo del pensamiento mágico religioso de sus creadores. Algunas visiones europeas han intentado juzgar el arte de cualquier región del mundo, en base en los cánones establecidos por la estética grecolatina, ello resulta no solo injusto sino limitante y simplificador.


4000 años a.C.  Empezaron a surgir las primeras sociedades agrícolas sedentarias que lograron domesticar varias plantas como el frijol, la calabaza, el aguacate y el maíz. Hacia 2500 a.C. aparecieron dos fenómenos que marcan el inicio del llamado periodo Preclásico o Formativo de la civilización  Mesoamericana, nuevas formas de organización social y alfarería.

La cerámica tuvo fines meramente utilitarios para almacenar alimentos o beber agua. En Tlatilco se produjeron las celebres estatuillas de barro conocidas como mujeres bonitas, símbolo vivo de la fecundidad y expresión de la sensualidad del cuerpo femenino.
Durante el Periodo Preclásico hubo manifestaciones culturales en varias regiones de Mesoamérica en el Altiplano Central, lo que hoy es la ciudad de México y sus alrededores, en la costa del Golfo, en el área maya en Oaxaca y en el occidente.

Creaciones únicas e inconfundibles de la historia del arte universal, las cabezas monumentales olmecas son la 
expresión de un pueblo que quiso exaltar la dignidad del hombre.
A pesar de su importancia como animal sagrado, las representaciones realistas del jaguar son escasas en el arte olmeca. Desde los remotos tiempos de los olmecas hasta los mexicas hay una línea de continuidad del jaguar como animal sagrado.

En el monumento 19 de La Venta, una serpiente de cascabel envuelve a un personaje excepcional de este relieve es que están representados los elementos esenciales de la serpiente emplumada, uno de los símbolos centrales de la religión Mesoamericana.

Los escultores olmecas también dominaron la cerámica, las figuras con caracteres infantiles conocidas como baby face o cara de niño son una muestra mas del talento artístico de los fundadores de la cultura prehispánica. En la Venta fue encontrada una ofrenda conformada por 15 figuras humanas de jade y hechas de granito, que pudo representar una reunión de poderosos o algún rito inicial. El jade fue una de las piedras especialmente apreciadas a lo largo y ancho de Mesoamérica. Desde la época de los olmecas se le atribuyeron poderes sobrenaturales, por ello abundan las esculturas talladas en ese material.


Actualmente de las ciudades mesoamericanas, el DF es una de las únicas que nunca fue deshabitada.. 
El Zocalo junta características de orígenes indígenas, españoles y mestizos. 

En diciembre de 1970 fue hallado un gran monumento, la piedra del sol, tambien conocido como el calendario azteca.


Este monumento expresa en sus grabados la mitología acerca de Huitchtilopochtli, el dios del sol venciendo a la luna.
Era parte de la cultura de los aztecas sometían a otros pueblos y también a sus dioses. Los dioses de aquellos pueblos sometidos eran tallados en el templo de las mariposas para mostrar el dominio de su dios a todos.

Teotihuacan significa el lugar donde se hacen los dioses. La cuidad albergaba a mas de 80 aldeas y era cosmopolita, significa que muchas otras tribus convivían ahí.
Para los mesoamericanos el mundo consistía en ciclos, cuatro ciclos terminados y ellos viviendo en el quinto.


Monte Alban, Oaxaca.
Fue el centro urbano más importante de los zapotecos. La cuidad llego a tener hasta 40 000 habitantes. Tenían entendimiento de la escritura, numeración y conocimientos astronómicos. 

El pectoral de jade es una de las joyas que se encontró ahí, representando al dios murciélago.

Existía una comunicación entre los vivos y los muertos.

Los danzantes son alrededor de 300 lapidas de piedra, cada una en ellas labrada personas en diferentes posiciones, en realidad esas personas eran cautivos que a veces se les castraba, esta era la manera de dar a entender a los demás una clase de advertencia. 

El árbol de la vida es una obra que representa la relacion del inframundo, el mundo terrenal y donde viven los dioses. 

Los códices eran el sistema de escritura con imágenes que usaron algunas civilizaciones de Mesoamérica.

Las sociedades de Mesoamérica fueron complejas y no difirieron de aquellas civilizaciones que buscaron alcanzar la eternidad.